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VDF Córdoba 27.09.2020

Hasta que me muera, no quitaré de mí mi integridad. Job 27:5a La integridad es una virtud que no todas las personas practican, pero que en cada hijo de Dios d...ebiera ser una costumbre permanente, porque es parte de nuestra nueva vida en Cristo, y de la santidad en la que Él nos pide que andemos. Todos tendríamos que tener la actitud de Samuel, en el Antiguo Testamento, quien reemplazó al sacerdote Elí, cuyos hijos eran muy corruptos; pero Samuel se mantuvo íntegro, ‘todos los días de su vida’, a pesar del rechazo de la gente que pedía un rey. Y justamente en el momento de elegir al rey, Samuel le habló al pueblo, diciendo: Yo ya soy viejo y lleno de canas Aquí estoy; atestiguad contra mí delante de Jehová y delante de su ungido, si he tomado el buey de alguno el asno de alguno, si he calumniado a alguien, si he agraviado a alguno, o si de alguien he tomado cohecho para cegar mis ojos con él; y os restituiré. Entonces dijeron: Nunca nos has calumniado ni agraviado, ni has tomado algo de mano de ningún hombre. Y él les dijo: Jehová es testigo contra vosotros que no habéis hallado cosa alguna en mi mano. Y ellos respondieron: Así es (1 Samuel 12:2-5). Mi anhelo es que puedas tomar hoy la decisión de vivir de este modo, practicando la integridad, la santidad que agrada al Señor. Otro ejemplo de integridad que nos da la Biblia es Job, quien aunque su fe y fidelidad a Dios fueron probadas de un modo dramático, sus amigos dudaron de él y su esposa le sugirió que maldijera a Dios, él declaró: Hasta que muera, no quitaré de mí mi integridad; y también dijo: Mis labios no hablarán iniquidad, ni mi lengua pronunciará engaño (vers.4). La integridad es lo opuesto a la corrupción, es honradez y santidad. Y a vivir de esta manera nos ha llamado el Señor, para que mediante nuestra conducta Su nombre sea exaltado, y para que nada nos impida recibir sus bendiciones, pues, Él promete que no quitará el bien a los que andan en integridad (Salmo 84:11b). ¡Haz tú lo mismo! Imita a estos santos e íntegros siervos de Dios, y sé un ejemplo a esta sociedad que tanto adolece de valores tan fundamentales como la rectitud, la integridad y la buena moral. Oro por ti y te bendigo para que tus acciones, palabras y conductas sean tan íntegras y hablen tan fuerte del Dios que habita en tu corazón, que nadie tenga de que acusarte, ni te queden dudas de que eres un fiel hijo o hija de un Dios santo, que le escogió para que viva agradándole, en integridad y santidad. Lectura congregacional: Deuteronomio 4

VDF Córdoba 16.09.2020

La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón. 1 Samuel 16:7b (NVI) Qué profunda declaración le hizo Dios al profeta Samuel. El Señor le ...había enviado a la casa de Isaí porque uno de sus hijos iba a ser ungido como el próximo rey de Israel. Cuando Samuel vio a Eliab, observó su estatura, su apariencia, a sus ojos parecía el correcto, el indicado para esta tarea tan importante. Y fue ahí cuando Dios le dijo: ‘Yo me fijo en el corazón’. Cuántas veces hemos llegado a conclusiones basados en lo que ven nuestros ojos, en la apariencia de las cosas o situaciones. Quizás a nuestros ojos alguien debería estar a éste u otro nivel, quizás no entendemos por qué alguien es más bendecido que otros, cuál es la razón por la que alguien es promovido o escogido mientras otros quedan en el camino. Debemos aprender que Dios va más allá de lo superficial, de la fachada, de la apariencia. Mira el corazón. Nada se puede ocultar delante de Él, no podemos disfrazar las motivaciones, no podemos engañarlo con las palabras correctas. Jesús dijo: Bienaventurado los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios (San Mateo 5:8). Qué hermosa invitación a vivir en santidad, a mantener limpio el corazón. Bienaventurados, felices, bendecidos son los que tienen un corazón limpio, libre de resentimiento, amarguras, incredulidad, duda, celos, queja, de error, de temor y la lista podría abarcar páginas y páginas. La recompensa que obtenemos de vivir en santidad es realmente tremenda, estaremos cara a cara con el Señor. Esas cosas que no provienen de Su Espíritu, ensucian tu corazón, impiden que la presencia de Jesucristo se manifieste en tu vida, te ciegan el entendimiento y te hacen ver una realidad falsa y distorsionada. Por esta causa es que hay tanta gente equivocada, que acumula errores y fracasos. Si consideras que tu corazón no está purificado, y reconoces que algunas impurezas se instalaron en él, ve a la presencia del Señor con una actitud de arrepentimiento; pídele a Dios que limpie tu mente, tus sentimientos y tu corazón con Su sangre preciosa. Determínate a conservar tu corazón limpio, sensible a la presencia de Dios, un corazón de acuerdo al de Dios para que siempre puedas obedecer al Señor, para que veas la realidad tal como es, para que ya no juzgues las cosas y la gente por las apariencias, sino que vivas de victoria en victoria. Lectura congregacional: Deuteronomio 1

VDF Córdoba 08.09.2020

La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón. 1 Samuel 16:7b (NVI) Qué profunda declaración le hizo Dios al profeta Samuel. El Señor le ...había enviado a la casa de Isaí porque uno de sus hijos iba a ser ungido como el próximo rey de Israel. Cuando Samuel vio a Eliab, observó su estatura, su apariencia, a sus ojos parecía el correcto, el indicado para esta tarea tan importante. Y fue ahí cuando Dios le dijo: ‘Yo me fijo en el corazón’. Cuántas veces hemos llegado a conclusiones basados en lo que ven nuestros ojos, en la apariencia de las cosas o situaciones. Quizás a nuestros ojos alguien debería estar a éste u otro nivel, quizás no entendemos por qué alguien es más bendecido que otros, cuál es la razón por la que alguien es promovido o escogido mientras otros quedan en el camino. Debemos aprender que Dios va más allá de lo superficial, de la fachada, de la apariencia. Mira el corazón. Nada se puede ocultar delante de Él, no podemos disfrazar las motivaciones, no podemos engañarlo con las palabras correctas. Jesús dijo: Bienaventurado los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios (San Mateo 5:8). Qué hermosa invitación a vivir en santidad, a mantener limpio el corazón. Bienaventurados, felices, bendecidos son los que tienen un corazón limpio, libre de resentimiento, amarguras, incredulidad, duda, celos, queja, de error, de temor y la lista podría abarcar páginas y páginas. La recompensa que obtenemos de vivir en santidad es realmente tremenda, estaremos cara a cara con el Señor. Esas cosas que no provienen de Su Espíritu, ensucian tu corazón, impiden que la presencia de Jesucristo se manifieste en tu vida, te ciegan el entendimiento y te hacen ver una realidad falsa y distorsionada. Por esta causa es que hay tanta gente equivocada, que acumula errores y fracasos. Si consideras que tu corazón no está purificado, y reconoces que algunas impurezas se instalaron en él, ve a la presencia del Señor con una actitud de arrepentimiento; pídele a Dios que limpie tu mente, tus sentimientos y tu corazón con Su sangre preciosa. Determínate a conservar tu corazón limpio, sensible a la presencia de Dios, un corazón de acuerdo al de Dios para que siempre puedas obedecer al Señor, para que veas la realidad tal como es, para que ya no juzgues las cosas y la gente por las apariencias, sino que vivas de victoria en victoria. Lectura congregacional: Deuteronomio 1

VDF Córdoba 01.09.2020

Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra?. Romanos 8:31 (NVI) Si las personas que van de un lado a otro buscando quien las ayude y ...les haga justicia, comprendieran que en Dios tienen todo lo que necesitan, no tardarían ni un minuto en recurrir a Él. Pero la mayoría cree que si no es por su propio esfuerzo, nada se logra; y se pasan la vida esforzándose y desanimándose muy frecuentemente, al no poder obtener eso por lo que tanto lucharon. En cambio cuando comprendemos que el Señor está de nuestra parte y nos da Su respaldo, la vida adquiere una nueva dimensión. Las situaciones difíciles no nos atemorizan ni desgastan, porque sabemos que ‘Dios está de nuestra parte’, y nada de lo que nos pase es algo imposible de solucionar para Él. Quizás en este tiempo estás soportando una circunstancia desfavorable, y con ánimo decaído has dicho: ‘no sé qué hacer’. Pero si crees que Cristo es tu Salvador, y le has confiado a Él tu vida, tienes el respaldo de Dios. Y para que comprendas cuán grande es el favor del Señor para contigo y todos Sus hijos e hijas, te invito a reflexionar en lo que Pablo afirma en Romanos 8:32: El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas? (NVI). Ésta es la razón por la cual tú y ningún hijo de Dios tiene que desanimarse, atemorizarse ni dar por perdida ninguna causa, por más que el enemigo quiera hacerle creer que su situación es tan mala, tan imposible de solucionar, que ya ‘no hay nada que hacer’. ¡Nunca le creas!, sino afirme tu fe y confianza en el Señor, diciendo: Si Dios está de mi parte, ¿quién puede estar contra mí? Si Dios no mezquinó a Su propio Hijo, sino que lo entregó por mí para salvarme, también me dará la solución que necesito, y cambiará este problema en bendición. En Cristo tenemos una herencia extraordinaria, superior a todos los bienes materiales que pudiéramos acumular: el respaldo que Dios nos da por ser nuestro Padre. Y esto es motivo más que suficiente para vivir seguros y llenos de esperanza, por difícil que sea el momento que nos toque vivir. Si tienes problemas, antes que nada, ora al Señor. Él te dará paz, pondrá en tu camino la ayuda apropiada, abrirá la puerta del lugar donde están los recursos que necesitas, desbaratará toda obra del enemigo preparada en tu contra, te protegerá y te hará justicia, porque eres Su hijo; ¡y si Dios está de tu parte, nada ni nadie prevalecerá en tu contra! Lectura congregacional: Salmos 79-80

VDF Córdoba 01.09.2020

Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes. 1 Pedro 5:7 (NVI) En 2 Reyes 8:1-6, las Sagradas Escrituras narran una experiencia vivida por la su...namita (la mujer que en su casa le hizo construir una habitación para el profeta Eliseo y su criado), mediante la cual podemos comprender muy claramente que Dios tiene muy en cuenta lo que nos pasa, y jamás estaremos desprotegidos si obedecemos Su Palabra y nos dejamos guiar por Sus indicaciones. Por las referencias que nos da la Biblia conocemos que la sunamita sabía agradar a Dios; y era tal Su favor para con ella, que cuando iba a venir una gran hambre sobre la tierra de Sunem, donde vivía, el profeta le dijo: Anda, vete con tu familia a vivir donde puedas, porque el Señor ha ordenado que haya una gran hambre en el país, y que ésta dure siete años (vers. 1b -NVI). ¿Y cuál fue su reacción? La Escritura nos revela: La mujer se dispuso a seguir las instrucciones del hombre de Dios y se fue con su familia al país de los filisteos, donde quedó siete años (vers. 2). Lo mismo ocurrió con Lot, el sobrino de Abraham. Dios iba a destruir la ciudad de Sodoma, a causa del pecado que reinaba en el lugar; antes de que eso ocurriera, dos ángeles le dijeron a Lot: Todo lo que tienes en la ciudad, sácalo; porque vamos a destruir este lugar (Génesis 19:12,13). ¿Y qué hizo Lot? Obedeció a Dios. A través de estos ejemplos quiero compartir tres verdades: 1- El Señor siempre tiene cuidado de nosotros/as. 2- Dios nos da Su Palabra anticipadamente, y nos previene del peligro. 3- Obedecer a Dios nos libra de grandes desastres. Tal vez estás preocupado o ansioso, y no sabes cómo salir de cierto problema o dificultad; es posible que la enfermedad de un ser querido te aflija, o determinada situación familiar te esté preocupando; pero, por difícil que consideres esa circunstancia, recuerda la palabra que el Espíritu te da en este día: deposita en Dios tu ansiedad (tu temor, tu aflicción, tu situación), porque él tiene cuidado de ti. Conserva firme tu fe en el Señor, y sé obediente a Su Palabra, porque y así como protegió a la sunamita y a Lot, ¡También lo hará contigo! Lectura congregacional: Tito 2

VDF Córdoba 25.08.2020

Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra?. Romanos 8:31 (NVI) Si las personas que van de un lado a otro buscando quien las ayude y ...les haga justicia, comprendieran que en Dios tienen todo lo que necesitan, no tardarían ni un minuto en recurrir a Él. Pero la mayoría cree que si no es por su propio esfuerzo, nada se logra; y se pasan la vida esforzándose y desanimándose muy frecuentemente, al no poder obtener eso por lo que tanto lucharon. En cambio cuando comprendemos que el Señor está de nuestra parte y nos da Su respaldo, la vida adquiere una nueva dimensión. Las situaciones difíciles no nos atemorizan ni desgastan, porque sabemos que ‘Dios está de nuestra parte’, y nada de lo que nos pase es algo imposible de solucionar para Él. Quizás en este tiempo estás soportando una circunstancia desfavorable, y con ánimo decaído has dicho: ‘no sé qué hacer’. Pero si crees que Cristo es tu Salvador, y le has confiado a Él tu vida, tienes el respaldo de Dios. Y para que comprendas cuán grande es el favor del Señor para contigo y todos Sus hijos e hijas, te invito a reflexionar en lo que Pablo afirma en Romanos 8:32: El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas? (NVI). Ésta es la razón por la cual tú y ningún hijo de Dios tiene que desanimarse, atemorizarse ni dar por perdida ninguna causa, por más que el enemigo quiera hacerle creer que su situación es tan mala, tan imposible de solucionar, que ya ‘no hay nada que hacer’. ¡Nunca le creas!, sino afirme tu fe y confianza en el Señor, diciendo: Si Dios está de mi parte, ¿quién puede estar contra mí? Si Dios no mezquinó a Su propio Hijo, sino que lo entregó por mí para salvarme, también me dará la solución que necesito, y cambiará este problema en bendición. En Cristo tenemos una herencia extraordinaria, superior a todos los bienes materiales que pudiéramos acumular: el respaldo que Dios nos da por ser nuestro Padre. Y esto es motivo más que suficiente para vivir seguros y llenos de esperanza, por difícil que sea el momento que nos toque vivir. Si tienes problemas, antes que nada, ora al Señor. Él te dará paz, pondrá en tu camino la ayuda apropiada, abrirá la puerta del lugar donde están los recursos que necesitas, desbaratará toda obra del enemigo preparada en tu contra, te protegerá y te hará justicia, porque eres Su hijo; ¡y si Dios está de tu parte, nada ni nadie prevalecerá en tu contra! Lectura congregacional: Salmos 79-80

VDF Córdoba 17.08.2020

Sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. 1 Timoteo 4:12b Es evidente que desde que nacemos, permanentemente estamos reci...biendo ejemplos de toda clase; y no siempre lo que la gente nos muestra es la actitud correcta, la mejor conducta, ni el camino más conveniente para andar en la vida. Aun siendo creyentes en Dios, muchos adoptan ciertas costumbres y modalidades inadecuadas, que les impiden ser ejemplo de los demás. Por esta razón, todos necesitamos familiarizarnos con la Palabra de Dios, y vivirla; porque cuando estamos impregnados de ella, gobierna de tal manera nuestra vida, que aún sin pensarlo nos impulsa a actuar conforme al propósito y al designio de Dios. Y entonces sí, aunque no nos demos cuenta, somos ejemplo de los creyentes, y de cuantas personas se relacionen con nosotros. Dijo el salmista: Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz a mi sendero (Salmos 110:105 - NVI). Y Jesús hablándoles a los discípulos, y a la multitud que le seguía, les explicó que alguien que conoce la Palabra y no la cumple es ‘insensato’, y enseguida se derrumba o sucumbe frente a las adversidades. En cambio, de quien pone en práctica Sus palabras, dice: le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca (San Mateo 7:24-27). Porque cuando hacemos lo que Dios dice tenemos firmeza en el carácter, nada nos tienta ni nos desvía de Su voluntad, y sabemos cómo comportarnos en cualquier lugar y situación. Cuando vivimos la Palabra, con nuestro modo de actuar podemos ser ejemplo de buena conducta, y provocar una mejor calidad de vida en muchas personas. Hay una sola manera de poder ser ejemplo, como Timoteo, en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza, y es practicando, poniendo por obra la Palabra de Dios. Y eso espera el Señor de ti: que vivas la Palabra de Dios, y tu conducta sea ejemplo a muchos. Lectura congregacional: Jeremías 52

VDF Córdoba 10.08.2020

Donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón. San Mateo 6:21 (NVI) Esta declaración ‘donde esté tu tesoro, allí también estará tu corazón’, la hizo Je...sús predicándole a la multitud el ‘Sermón del Monte’. Es la conclusión de una de Sus enseñanzas, por medio de la cual nos hace comprender que no tenemos que estar tan preocupados y pendientes de las cosas materiales que son pasajeras sino que, primordialmente, debemos ocuparnos en alcanzar los bienes espirituales, que son eternos y lo demás será añadido. No necesitamos ir muy lejos para ver cómo la gente se preocupa, se afana, y hasta pierde la salud por conseguir más dinero, mayores beneficios materiales, elementos tecnológicos de última generación, etc.; y por adquirir eso y tantas otras cosas más, va perdiendo la paz, la alegría, la comunión familiar, hasta hay algunos que dejan la iglesia y el servicio al Señor cayendo en la trampa del diablo. Está bien querer progresar en la vida, y tener todo lo que uno anhela, pero, como hijos e hijas de Dios que somos, debemos tener cuidado que esto no sea lo más importante en nuestra vida. Hoy quiero asegurarte que Dios es la persona más interesada en tu progreso y bienestar. Él tiene en cuenta la casa que deseas o necesitas, el auto que tanto anhelas, tu bienestar económico, el éxito en tu negocio o profesión, etc., pero ten en cuenta lo que le dice en Su Palabra: Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón (Salmo 37:4 -NVI). Mi oración por es que cada día te consagres más a Dios, que trabajes dignamente y te esfuerces todo lo necesario, poniendo tu corazón en ser fiel y obediente al Señor, en adorarle, alabarle y servirle, porque de este modo la bendición de Dios permanecerá en su vida, y de acuerdo a Su promesa prosperarás y todo te saldrá bien. Pon tu corazón en Dios; porque la bendición del Señor trae riquezas, y nada se gana con preocuparse (Proverbios 10:22 -NVI). Lectura congregacional: Deuteronomio 3

VDF Córdoba 06.08.2020

Me regocijaré en tus estatutos; no me olvidaré de tus palabras. Salmos 119:16 Qué importante que es tener la Palabra de Dios guardada, atesorada en el corazón.... Y aunque lamentablemente esto no ocurre en todas las personas, sí tendría que ser algo normal en los hijos e hijas de Dios. Cada creyente debería tener el permanente deseo de leerla, estudiarla, escudriñarla profundamente, y dejarse alimentar por ella. ¿Lo haces? Si te preguntara tu número telefónico, seguramente lo sabes de memoria; y lo mismo pasaría si le pidiera el de tu celular, la fecha de tu cumpleaños, la comida preferida de tus hijos, etc. Tenemos almacenadas en nuestra mente imágenes, datos, recuerdos, diálogos, sensaciones, olores, etc., que es imposible que sea imitada ni por la computadora más sofisticada y poderosa; pero aunque parezca increíble, muchos cristianos dicen: ‘me cuesta memorizar la Palabra de Dios’. ¿Cómo puede ser? Sin embargo, alegremente recuerdan una novela, saben quién es el actor de determinada película, en qué momento abraza a la protagonista, etc.; pero no les ocurre lo mismo con la Palabra de Dios, porque no le dedican la misma atención, ni igual entusiasmo al proceso de memorizarla. Y me sorprende en una cultura básicamente cristiana y católica, como la de nuestro país y la mayoría de los países en Latinoamérica que sea tan grande la ignorancia de la voluntad de Dios y Su Palabra. Y aunque miles de personas escuchan el mensaje bíblico los domingos, parece que muchos son, como dijo el Apóstol Santiago, oidores olvidadizos. En cambio quien se fija atentamente en la ley perfecta que da libertad, y persevera en ella, no olvidando lo que ha oído sino haciéndolo, recibirá bendición al practicarla (Santiago 1:25- NVI). Dijo David: Con todo mi corazón te he buscado; y le pidió a Dios profunda y humildemente: No me dejes desviarme de tus mandamientos (Salmo 119:10). Ésta es la actitud que debe predominar en toda la iglesia; es decir, permanentemente tener en el corazón un anhelo ferviente por conocer la Palabra de Dios, y vivir de acuerdo a ella. Que a partir de este día tengas hambre renovada, una sed nueva por la Palabra de Dios, y para que nunca te olvides de ella. Memorízala; dedícale más atención; atesora la Palabra en tu corazón y ponla en práctica, porque en ella encontrarás la guía, la sabiduría, y el conocimiento de Dios que necesitas para tener una vida victoriosa: y como David: regocíjate en los mandamientos de Dios, y no los olvides. Lectura congregacional: Salmos 137

VDF Córdoba 04.08.2020

Sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. 1 Timoteo 4:12b Es evidente que desde que nacemos, permanentemente estamos reci...biendo ejemplos de toda clase; y no siempre lo que la gente nos muestra es la actitud correcta, la mejor conducta, ni el camino más conveniente para andar en la vida. Aun siendo creyentes en Dios, muchos adoptan ciertas costumbres y modalidades inadecuadas, que les impiden ser ejemplo de los demás. Por esta razón, todos necesitamos familiarizarnos con la Palabra de Dios, y vivirla; porque cuando estamos impregnados de ella, gobierna de tal manera nuestra vida, que aún sin pensarlo nos impulsa a actuar conforme al propósito y al designio de Dios. Y entonces sí, aunque no nos demos cuenta, somos ejemplo de los creyentes, y de cuantas personas se relacionen con nosotros. Dijo el salmista: Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz a mi sendero (Salmos 110:105 - NVI). Y Jesús hablándoles a los discípulos, y a la multitud que le seguía, les explicó que alguien que conoce la Palabra y no la cumple es ‘insensato’, y enseguida se derrumba o sucumbe frente a las adversidades. En cambio, de quien pone en práctica Sus palabras, dice: le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca (San Mateo 7:24-27). Porque cuando hacemos lo que Dios dice tenemos firmeza en el carácter, nada nos tienta ni nos desvía de Su voluntad, y sabemos cómo comportarnos en cualquier lugar y situación. Cuando vivimos la Palabra, con nuestro modo de actuar podemos ser ejemplo de buena conducta, y provocar una mejor calidad de vida en muchas personas. Hay una sola manera de poder ser ejemplo, como Timoteo, en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza, y es practicando, poniendo por obra la Palabra de Dios. Y eso espera el Señor de ti: que vivas la Palabra de Dios, y tu conducta sea ejemplo a muchos. Lectura congregacional: Jeremías 52

VDF Córdoba 26.07.2020

Me regocijaré en tus estatutos; no me olvidaré de tus palabras. Salmos 119:16 Qué importante que es tener la Palabra de Dios guardada, atesorada en el corazón.... Y aunque lamentablemente esto no ocurre en todas las personas, sí tendría que ser algo normal en los hijos e hijas de Dios. Cada creyente debería tener el permanente deseo de leerla, estudiarla, escudriñarla profundamente, y dejarse alimentar por ella. ¿Lo haces? Si te preguntara tu número telefónico, seguramente lo sabes de memoria; y lo mismo pasaría si le pidiera el de tu celular, la fecha de tu cumpleaños, la comida preferida de tus hijos, etc. Tenemos almacenadas en nuestra mente imágenes, datos, recuerdos, diálogos, sensaciones, olores, etc., que es imposible que sea imitada ni por la computadora más sofisticada y poderosa; pero aunque parezca increíble, muchos cristianos dicen: ‘me cuesta memorizar la Palabra de Dios’. ¿Cómo puede ser? Sin embargo, alegremente recuerdan una novela, saben quién es el actor de determinada película, en qué momento abraza a la protagonista, etc.; pero no les ocurre lo mismo con la Palabra de Dios, porque no le dedican la misma atención, ni igual entusiasmo al proceso de memorizarla. Y me sorprende en una cultura básicamente cristiana y católica, como la de nuestro país y la mayoría de los países en Latinoamérica que sea tan grande la ignorancia de la voluntad de Dios y Su Palabra. Y aunque miles de personas escuchan el mensaje bíblico los domingos, parece que muchos son, como dijo el Apóstol Santiago, oidores olvidadizos. En cambio quien se fija atentamente en la ley perfecta que da libertad, y persevera en ella, no olvidando lo que ha oído sino haciéndolo, recibirá bendición al practicarla (Santiago 1:25- NVI). Dijo David: Con todo mi corazón te he buscado; y le pidió a Dios profunda y humildemente: No me dejes desviarme de tus mandamientos (Salmo 119:10). Ésta es la actitud que debe predominar en toda la iglesia; es decir, permanentemente tener en el corazón un anhelo ferviente por conocer la Palabra de Dios, y vivir de acuerdo a ella. Que a partir de este día tengas hambre renovada, una sed nueva por la Palabra de Dios, y para que nunca te olvides de ella. Memorízala; dedícale más atención; atesora la Palabra en tu corazón y ponla en práctica, porque en ella encontrarás la guía, la sabiduría, y el conocimiento de Dios que necesitas para tener una vida victoriosa: y como David: regocíjate en los mandamientos de Dios, y no los olvides. Lectura congregacional: Salmos 137

VDF Córdoba 19.07.2020

Desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. Santiago 1:21 Actualme...nte, cuando se habla de ‘implante’, enseguida pensamos en órganos que no funcionan bien y tienen que ser reemplazados, para que la persona viva saludablemente, y en muchos casos salvarle la vida. La Palabra también nos dice que tenemos que recibir con mansedumbre la palabra implantada, porque ese ‘implante’ de la Palabra de Dios puede salvar nuestras almas. Cuando la Palabra nos es ‘implantada’ para ser parte de nuestro ser, y se convierte en un elemento vital, del cual depende nuestro destino, marca el rumbo de toda nuestra existencia. En Santiago 1:22-24, el Apóstol nos pide que seamos hacedores de la Palabra, y no tan solo oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la Palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego se olvida cómo era. Y ésta es la función que cumple la Palabra, cuando es implantada en nuestro corazón: enseguida nos hace ver aquellas acciones, actitudes y comportamientos que predominan en nosotros, y que en general olvidamos o no tenemos en cuenta, pero que ante los ojos del Señor pueden ser nocivas para la salud de nuestra alma. Cuando la Palabra se implanta en el corazón, la persona que ha sido implantada con ella empieza a vivir una vida espiritual saludable, y en libertad; y de esa libertad hablaba Jesús, cuando dijo: conocerán la verdad, y la verdad les hará libres (San Juan 8:32). Dios tiene un proyecto, un plan de vida perfecto para tu vida; pero para que se cumpla, primero tienes que conocerlo y vivirlo; y esto solo se logra cuando la Palabra de Dios es implantada en tu corazón, se hace parte de tu vida, y te dejas guiar por ella en todo lo que haces. Que la Palabra esté tan ‘implantada’ en tu corazón, que puedas vivirla, disfrutarla y cumplirla a cada paso; y que tu vida espiritual sea tan fuerte y saludable, que cumplas en todo momento el deseo, la voluntad de Dios para tu vida, y que al hacerlo veas Su bendición manifestarse, Su poder desatado, y haciendo realidad todo aquello por lo cual el Señor la envió y la implantó en ti. Lectura congregacional: Jeremías 51

VDF Córdoba 09.07.2020

Un nuevo tiempo llega a su vida, prepárese para ser transformado, no se conforme con lo que tiene, reconozca su identidad, su valor y propósito al ser hijo/a de Dios, llénese de Fe y enfóquense en pasar más tiempo en Su presencia. Hoy llamamos las cosas que no son como si fuesen porque viene un cambio a nuestra vida y un renuevo en nuestras relaciones. Proclamamos que la sequía se termina y viene un tiempo de florecer y reverdecer. _________ Si es la primera vez que nos ves ...y querés conocer más de nuestra iglesia, completa nuestra tarjeta de contacto, queremos estar orando por vos. https://forms.gle/9bvqLTSMXAjYQvyHA ______________ Seguinos en nuestras redes sociales: Instagram: https://www.instagram.com/vdfcordoba/ Facebook: https://www.facebook.com/VDFCordoba Medio de contacto telefónico: WhatsApp: (+54) 9 11 5045-5200 _______________ Para diezmar u ofrendar, puede realizarlo por medio de Mercado Pago utilizando el email: [email protected] y sino por transferencia a través de visiondefuturo.org/done-hoy ¡Gracias por seguir sembrando en la obra del Señor!

VDF Córdoba 06.07.2020

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VDF Córdoba 21.06.2020

Desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. Santiago 1:21 Actualme...nte, cuando se habla de ‘implante’, enseguida pensamos en órganos que no funcionan bien y tienen que ser reemplazados, para que la persona viva saludablemente, y en muchos casos salvarle la vida. La Palabra también nos dice que tenemos que recibir con mansedumbre la palabra implantada, porque ese ‘implante’ de la Palabra de Dios puede salvar nuestras almas. Cuando la Palabra nos es ‘implantada’ para ser parte de nuestro ser, y se convierte en un elemento vital, del cual depende nuestro destino, marca el rumbo de toda nuestra existencia. En Santiago 1:22-24, el Apóstol nos pide que seamos hacedores de la Palabra, y no tan solo oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la Palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego se olvida cómo era. Y ésta es la función que cumple la Palabra, cuando es implantada en nuestro corazón: enseguida nos hace ver aquellas acciones, actitudes y comportamientos que predominan en nosotros, y que en general olvidamos o no tenemos en cuenta, pero que ante los ojos del Señor pueden ser nocivas para la salud de nuestra alma. Cuando la Palabra se implanta en el corazón, la persona que ha sido implantada con ella empieza a vivir una vida espiritual saludable, y en libertad; y de esa libertad hablaba Jesús, cuando dijo: conocerán la verdad, y la verdad les hará libres (San Juan 8:32). Dios tiene un proyecto, un plan de vida perfecto para tu vida; pero para que se cumpla, primero tienes que conocerlo y vivirlo; y esto solo se logra cuando la Palabra de Dios es implantada en tu corazón, se hace parte de tu vida, y te dejas guiar por ella en todo lo que haces. Que la Palabra esté tan ‘implantada’ en tu corazón, que puedas vivirla, disfrutarla y cumplirla a cada paso; y que tu vida espiritual sea tan fuerte y saludable, que cumplas en todo momento el deseo, la voluntad de Dios para tu vida, y que al hacerlo veas Su bendición manifestarse, Su poder desatado, y haciendo realidad todo aquello por lo cual el Señor la envió y la implantó en ti. Lectura congregacional: Jeremías 51

VDF Córdoba 12.06.2020

Si ustedes creen, recibirán todo lo que pidan en oración. San Mateo 21:22 (NVI) Es muy común escuchar que algunas personas dicen: ‘sí, yo oro, pero no recibo ...lo que pido; no sé qué pasa’; y con esa expresión se nota un gesto de frustración, porque de acuerdo a su modo de pensar, ‘Dios no les contesta’. Otros, cuando no reciben lo que quieren se quejan, diciendo: ‘¿y el trabajo que pedí, dónde está?’, ‘hace meses que oro por lo mismo, pero todo sigue igual’, ‘no sé cuándo veré mi familia transformada’, etc. Hablan como si el responsable de que no reciban lo que piden fuera el Señor, y no se dan cuenta de que recibir lo que desean y necesitan depende exclusivamente de ellos, de su fe, de su manera de pedir. Hoy, la Palabra de Dios nos indica dos condiciones fundamentales, para recibir lo que pedimos: 1- Creer. Porque si no creemos que Dios nos dará lo que pedimos, es lo mismo que no pedir. La fe en Dios es lo que hace posible que Su poder se mueva a favor nuestro, y convierta en realidad lo que estamos necesitando. 2- Orar. Algunos confunden ‘orar’ con una simple ‘expresión de deseo’. Dicen: ‘Señor, bendíceme en esto que te pido’, ¡y ya está! No hablan en intimidad con Él, no pasan tiempo en Su presencia, no se detienen a compartirle al Señor lo que les pasa y qué es lo que necesitan. Solo le dejan algo así como una indicación: ‘bendíceme’. Pero lo que Dios anhela de Sus hijos es que le dediquen tiempo, que se comuniquen con Él y disfruten de Su compañía. Sea cual fuere nuestra necesidad o lo que deseamos tener, para recibirlo necesitamos creer sinceramente, sin dudar ni un instante que el Señor nos lo va a dar: a) Porque lo que le pedimos está dentro de SU voluntad. b) Porque creemos que Él puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros, como asegura Su Palabra en Efesios 3:20 NVI. c) Porque somos constantes en la oración. Nuestra responsabilidad es creer y orar, hasta recibir lo que pedimos. ¿Qué es lo que estás necesitando? ¿Cuál es el anhelo de tu corazón? ¡Dios quiere dártelo! Solo necesitas orar constantemente, y creer que el Señor te dará lo que pides. Comprométete a orar con dedicación, Ofrécele lo mejor: tu fe y tu confianza en Él; y recibirás el milagro que estás necesitando. Porque fiel es el Señor, quien prometió: Todo lo que pidan en oración, creyendo, lo recibirán. Lectura congregacional: Salmos 120

VDF Córdoba 27.05.2020

¡Esta noche 20hs! ¡Te invitamos a ser parte de un tiempo especial con el Señor! ¡Jesús puede hacer un milagro en tu vida y en la de tu familia! ¡Conéctate!

VDF Córdoba 19.05.2020

Si ustedes creen, recibirán todo lo que pidan en oración. San Mateo 21:22 (NVI) Es muy común escuchar que algunas personas dicen: ‘sí, yo oro, pero no recibo ...lo que pido; no sé qué pasa’; y con esa expresión se nota un gesto de frustración, porque de acuerdo a su modo de pensar, ‘Dios no les contesta’. Otros, cuando no reciben lo que quieren se quejan, diciendo: ‘¿y el trabajo que pedí, dónde está?’, ‘hace meses que oro por lo mismo, pero todo sigue igual’, ‘no sé cuándo veré mi familia transformada’, etc. Hablan como si el responsable de que no reciban lo que piden fuera el Señor, y no se dan cuenta de que recibir lo que desean y necesitan depende exclusivamente de ellos, de su fe, de su manera de pedir. Hoy, la Palabra de Dios nos indica dos condiciones fundamentales, para recibir lo que pedimos: 1- Creer. Porque si no creemos que Dios nos dará lo que pedimos, es lo mismo que no pedir. La fe en Dios es lo que hace posible que Su poder se mueva a favor nuestro, y convierta en realidad lo que estamos necesitando. 2- Orar. Algunos confunden ‘orar’ con una simple ‘expresión de deseo’. Dicen: ‘Señor, bendíceme en esto que te pido’, ¡y ya está! No hablan en intimidad con Él, no pasan tiempo en Su presencia, no se detienen a compartirle al Señor lo que les pasa y qué es lo que necesitan. Solo le dejan algo así como una indicación: ‘bendíceme’. Pero lo que Dios anhela de Sus hijos es que le dediquen tiempo, que se comuniquen con Él y disfruten de Su compañía. Sea cual fuere nuestra necesidad o lo que deseamos tener, para recibirlo necesitamos creer sinceramente, sin dudar ni un instante que el Señor nos lo va a dar: a) Porque lo que le pedimos está dentro de SU voluntad. b) Porque creemos que Él puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros, como asegura Su Palabra en Efesios 3:20 NVI. c) Porque somos constantes en la oración. Nuestra responsabilidad es creer y orar, hasta recibir lo que pedimos. ¿Qué es lo que estás necesitando? ¿Cuál es el anhelo de tu corazón? ¡Dios quiere dártelo! Solo necesitas orar constantemente, y creer que el Señor te dará lo que pides. Comprométete a orar con dedicación, Ofrécele lo mejor: tu fe y tu confianza en Él; y recibirás el milagro que estás necesitando. Porque fiel es el Señor, quien prometió: Todo lo que pidan en oración, creyendo, lo recibirán. Lectura congregacional: Salmos 120

VDF Córdoba 13.05.2020

¡Esta noche 20hs! ¡Te invitamos a ser parte de un tiempo especial con el Señor! ¡Jesús puede hacer un milagro en tu vida y en la de tu familia! ¡Conéctate!

Información

Localidad: Ciudad de Córdoba

Ubicación: Predio VDF 5000 Córdoba, Provincia de Córdoba, Argentina

Web: http://www.visiondefuturo.org

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