Nacer en Cristo

Su amor Nuestra confianza

Su amor Nuestra confianza

Su amor Nuestra confianza

Dichoso el que tiene en ti su fortaleza, y en medio de la aflicción renueva sus fuerzas.

No hay ninguna oración que Dios no responda. Puede ser rápida o tardía la respuesta. Pero siempre SIEMPRE ! Responde. Sea lo que sea. Solo hay que saber que esperar. Dios nunca llega tarde. EL SIEMPRE LLEGA A TIEMPO

Y seguir creyendo cuando tus ojos nada puedan ver se reduce a #Fe

Dios puede hacer grandes cosas en tu vida solo ábrele tu corazón y deja que su amor fluya sobre tu vida. Feliz tarde

Me caí. Mientras corría creía que era imparable, pero me caí. Tropecé con una piedra, y caí. Dolía mucho, sentí como mis rodillas comenzaban a arder, poco a poco las lágrimas brotaron sin que lo pueda advertir, pero me levanté y seguí. Un tropezón no es caída pensé. Y continué corriendo, ahora con un poco más de temor, pero sin arrepentirme de haberme golpeado. Volvi a caer. Una vez. Dos veces. Tres. ¿Tan terca podía ser? Me cansé de lastimarme, de llorar por el dolor que... causaba cada golpe. Me caí y me levanté muchas veces, pero ninguna de esas veces reconocía el error que cometía en no usar ese tropiezo como oportunidad para estar mas cerca de Dios. Un día ya no tuve fuerzas para poderme levantar, y en el suelo derrotada decidí orar. Si tan solo hubiese sido sabia, si hubiese usado el primer tropiezo como recomendación a estar de rodillas delante de Dios... pero antes que humillarme, decidí seguir mis propios pasos lejos del consejo y la dirección de Dios. Así somos, necios. Andamos a nuestro ritmo, avanzamos por nuestros propios senderos, nos dirigimos a los lugares que deseamos. En el trayecto hacemos un paso en falso que nos pone de rodillas. ¿Alguna vez pensaste que un tropiezo es una oportunidad para elevar una oración? Pase mucho tiempo creyendo de luego de la caída era momento de levantarme. Pero entendí que el triunfo no está en ponerse de pie, sino en permanecer postrado, y utilizar el tropiezo en una razón para orar. Si caerte, golpearte o lastimarte no te recomienda a volver a Dios, entonces qué lo hará? No fuimos diseñados para fracasar, pero aún los fracasos pueden ser usados para bendición. Todo dependerá de que cuando caigas al suelo, en vez de intentar reponerte, hagas una oración. Quien es sabio, que entienda estas cosas; el prudente, que las comprenda. Porque rectos son los caminos del Señor y los justos andarán por ellos; pero los desobedientes tropezarán en ellos. (Oseas 14:9) See more

Me caí. Mientras corría creía que era imparable, pero me caí. Tropecé con una piedra, y caí. Dolía mucho, sentí como mis rodillas comenzaban a arder, poco a poco las lágrimas brotaron sin que lo pueda advertir, pero me levanté y seguí. Un tropezón no es caída pensé. Y continué corriendo, ahora con un poco más de temor, pero sin arrepentirme de haberme golpeado. Volvi a caer. Una vez. Dos veces. Tres. ¿Tan terca podía ser? Me cansé de lastimarme, de llorar por el dolor que... causaba cada golpe. Me caí y me levanté muchas veces, pero ninguna de esas veces reconocía el error que cometía en no usar ese tropiezo como oportunidad para estar mas cerca de Dios. Un día ya no tuve fuerzas para poderme levantar, y en el suelo derrotada decidí orar. Si tan solo hubiese sido sabia, si hubiese usado el primer tropiezo como recomendación a estar de rodillas delante de Dios... pero antes que humillarme, decidí seguir mis propios pasos lejos del consejo y la dirección de Dios. Así somos, necios. Andamos a nuestro ritmo, avanzamos por nuestros propios senderos, nos dirigimos a los lugares que deseamos. En el trayecto hacemos un paso en falso que nos pone de rodillas. ¿Alguna vez pensaste que un tropiezo es una oportunidad para elevar una oración? Pase mucho tiempo creyendo de luego de la caída era momento de levantarme. Pero entendí que el triunfo no está en ponerse de pie, sino en permanecer postrado, y utilizar el tropiezo en una razón para orar. Si caerte, golpearte o lastimarte no te recomienda a volver a Dios, entonces qué lo hará? No fuimos diseñados para fracasar, pero aún los fracasos pueden ser usados para bendición. Todo dependerá de que cuando caigas al suelo, en vez de intentar reponerte, hagas una oración. Quien es sabio, que entienda estas cosas; el prudente, que las comprenda. Porque rectos son los caminos del Señor y los justos andarán por ellos; pero los desobedientes tropezarán en ellos. (Oseas 14:9) See more

Me caí. Mientras corría creía que era imparable, pero me caí. Tropecé con una piedra, y caí. Dolía mucho, sentí como mis rodillas comenzaban a arder, poco a poco las lágrimas brotaron sin que lo pueda advertir, pero me levanté y seguí. Un tropezón no es caída pensé. Y continué corriendo, ahora con un poco más de temor, pero sin arrepentirme de haberme golpeado. Volvi a caer. Una vez. Dos veces. Tres. ¿Tan terca podía ser? Me cansé de lastimarme, de llorar por el dolor que... causaba cada golpe. Me caí y me levanté muchas veces, pero ninguna de esas veces reconocía el error que cometía en no usar ese tropiezo como oportunidad para estar mas cerca de Dios. Un día ya no tuve fuerzas para poderme levantar, y en el suelo derrotada decidí orar. Si tan solo hubiese sido sabia, si hubiese usado el primer tropiezo como recomendación a estar de rodillas delante de Dios... pero antes que humillarme, decidí seguir mis propios pasos lejos del consejo y la dirección de Dios. Así somos, necios. Andamos a nuestro ritmo, avanzamos por nuestros propios senderos, nos dirigimos a los lugares que deseamos. En el trayecto hacemos un paso en falso que nos pone de rodillas. ¿Alguna vez pensaste que un tropiezo es una oportunidad para elevar una oración? Pase mucho tiempo creyendo de luego de la caída era momento de levantarme. Pero entendí que el triunfo no está en ponerse de pie, sino en permanecer postrado, y utilizar el tropiezo en una razón para orar. Si caerte, golpearte o lastimarte no te recomienda a volver a Dios, entonces qué lo hará? No fuimos diseñados para fracasar, pero aún los fracasos pueden ser usados para bendición. Todo dependerá de que cuando caigas al suelo, en vez de intentar reponerte, hagas una oración. Quien es sabio, que entienda estas cosas; el prudente, que las comprenda. Porque rectos son los caminos del Señor y los justos andarán por ellos; pero los desobedientes tropezarán en ellos. (Oseas 14:9) See more

Hay dias que la vida pesa, que los sueños parecen inalcanzables, y los planes irrealizables. Hay días que la cabeza de uno es el mayor enemigo, y el malestar es tan grande que caminar no tiene sentido. Es entonces cuando todo se torna problema y no vemos una posible solución. A todos nos ha pasado, no saber qué hacer para estar mejor, no querer estar con nadie pero tampoco solos, tener el doble malestar de querer irse y no saber a dónde. La incertidumbre nos alcanza, y la dep...resión nos desploma, y en medio de la desesperación que genera escapar y no saber de qué, hay Uno que se ofrece como refugio para huir: Jesús. Pienso en Elías cuando deseó morir, cuando en medio del desierto, allí en la soledad encontró a Jesús en el silbo apacible. Pienso en la paz que le dio saber que en esos momentos en los que solo anhelamos dejar de estar, dejar de sufrir, dejar de sentir, podemos refugiarnos en el Salvador, que así como el aire no lo podemos ver, pero sabemos que esta en todo lugar. No hay problema pequeño a sus ojos, y cada angustia del corazón humano pesa sobre su humano corazón que pese a ser divino jamás perderá la noción del padecer de los hombres Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado (Hebreos 4:15) porque no hay tristeza que no comprenda, no hay pensamiento que no conozca. Aun cuando no sabemos que nos pasa, cuando no entendemos la razón de estar tan débiles, El alivia el corazón humano, responde las dudas a preguntas que ni siquiera nos animamos a hacernos. A dónde huiré de tu Presencia? A dónde me esconderé de tu Espíritu? Si subo a los cielos allí estás, y si me deprimo también estarás ahí... aún allí me guiará tu mano, me asirá tu diestra... Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz. (Salmos 139:7-12) A veces querrás escaparte, de todos, y hasta de ti mismo, pero todas esas veces escóndete en Jesús, en sus brazos el tiempo pasa, las emociones fluyen, los pensamientos se aclaran, la desesperación desaparece. Si no puedes mas, afiánzate en el Salvador. See more

Hay dias que la vida pesa, que los sueños parecen inalcanzables, y los planes irrealizables. Hay días que la cabeza de uno es el mayor enemigo, y el malestar es tan grande que caminar no tiene sentido. Es entonces cuando todo se torna problema y no vemos una posible solución. A todos nos ha pasado, no saber qué hacer para estar mejor, no querer estar con nadie pero tampoco solos, tener el doble malestar de querer irse y no saber a dónde. La incertidumbre nos alcanza, y la dep...resión nos desploma, y en medio de la desesperación que genera escapar y no saber de qué, hay Uno que se ofrece como refugio para huir: Jesús. Pienso en Elías cuando deseó morir, cuando en medio del desierto, allí en la soledad encontró a Jesús en el silbo apacible. Pienso en la paz que le dio saber que en esos momentos en los que solo anhelamos dejar de estar, dejar de sufrir, dejar de sentir, podemos refugiarnos en el Salvador, que así como el aire no lo podemos ver, pero sabemos que esta en todo lugar. No hay problema pequeño a sus ojos, y cada angustia del corazón humano pesa sobre su humano corazón que pese a ser divino jamás perderá la noción del padecer de los hombres Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado (Hebreos 4:15) porque no hay tristeza que no comprenda, no hay pensamiento que no conozca. Aun cuando no sabemos que nos pasa, cuando no entendemos la razón de estar tan débiles, El alivia el corazón humano, responde las dudas a preguntas que ni siquiera nos animamos a hacernos. A dónde huiré de tu Presencia? A dónde me esconderé de tu Espíritu? Si subo a los cielos allí estás, y si me deprimo también estarás ahí... aún allí me guiará tu mano, me asirá tu diestra... Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz. (Salmos 139:7-12) A veces querrás escaparte, de todos, y hasta de ti mismo, pero todas esas veces escóndete en Jesús, en sus brazos el tiempo pasa, las emociones fluyen, los pensamientos se aclaran, la desesperación desaparece. Si no puedes mas, afiánzate en el Salvador. See more

Hay dias que la vida pesa, que los sueños parecen inalcanzables, y los planes irrealizables. Hay días que la cabeza de uno es el mayor enemigo, y el malestar es tan grande que caminar no tiene sentido. Es entonces cuando todo se torna problema y no vemos una posible solución. A todos nos ha pasado, no saber qué hacer para estar mejor, no querer estar con nadie pero tampoco solos, tener el doble malestar de querer irse y no saber a dónde. La incertidumbre nos alcanza, y la dep...resión nos desploma, y en medio de la desesperación que genera escapar y no saber de qué, hay Uno que se ofrece como refugio para huir: Jesús. Pienso en Elías cuando deseó morir, cuando en medio del desierto, allí en la soledad encontró a Jesús en el silbo apacible. Pienso en la paz que le dio saber que en esos momentos en los que solo anhelamos dejar de estar, dejar de sufrir, dejar de sentir, podemos refugiarnos en el Salvador, que así como el aire no lo podemos ver, pero sabemos que esta en todo lugar. No hay problema pequeño a sus ojos, y cada angustia del corazón humano pesa sobre su humano corazón que pese a ser divino jamás perderá la noción del padecer de los hombres Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado (Hebreos 4:15) porque no hay tristeza que no comprenda, no hay pensamiento que no conozca. Aun cuando no sabemos que nos pasa, cuando no entendemos la razón de estar tan débiles, El alivia el corazón humano, responde las dudas a preguntas que ni siquiera nos animamos a hacernos. A dónde huiré de tu Presencia? A dónde me esconderé de tu Espíritu? Si subo a los cielos allí estás, y si me deprimo también estarás ahí... aún allí me guiará tu mano, me asirá tu diestra... Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz. (Salmos 139:7-12) A veces querrás escaparte, de todos, y hasta de ti mismo, pero todas esas veces escóndete en Jesús, en sus brazos el tiempo pasa, las emociones fluyen, los pensamientos se aclaran, la desesperación desaparece. Si no puedes mas, afiánzate en el Salvador. See more

Nunca olvides lo necesario que es el proceso para ver la Gloria de Dios en tu vida. Si bien en medio de la alegria ves cómo Dios te bendice cuanto más lo verás en medio de la dificultad, simplemente es el escenario perfecto para ver su obra en ti, no lo olvides. #BuenosDias

Yo se lo difícil que es luchar una y otra vez con aquello que trae tristeza a tu corazón y llegas a decepcionarte al ver que no puedes salir del hoyo donde estas. Pero no se trata de ti y de tus fuerzas sino de Dios y su fuerza actuando en tu vida, vamos avanza pero esta vez en las manos de Dios. #BuenosDías

¡Levántate! ¡Resplandece! Porque ha llegado tu luz, y la gloria del SEÑOR ha resplandecido sobre ti.Porque he aquí que las tinieblas cubrirán la tierra; y la oscuridad, los pueblos. Pero sobre ti resplandecerá el SEÑOR, y sobre ti será vista su gloria.Entonces las naciones andarán en tu luz, y los reyes al resplandor de tu amanecer.". (Isías 60:1-3)

Hay dos cosas que no puedes olvidar: cada amanecer es una oportunidad y si Dios esta contigo nunca perderás la batalla. <3

A veces tienes que pasar dificultades para entender el valor de lo que Dios te dará, como a veces Dios con amor te confía porque reconoces el valor y lo cuidas con todo tu corazón. Pero ambas formas son perfectas <3 #BuenosDías

No hay mejor batalla que la que se lucha a pesar de llevar desventaja, y es que las circunstancias que hoy te rodean pueden hacerte pensar que llevas mucha desventaja, pero la realidad espiritual es diferente, porque cuando tu no dejas de luchar, cuando persistes, cuando decides avanzar en lugar de rendirte, es allí en donde Dios te premia con la victoria. perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; 2 Corintios 4:9 ¡Dios es quien renueva tus fuerzas ...para seguir luchando! El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Isaías 40:29 <3 See more