Ministerio Sembrando Vida

Cuando Dios se nos revela como Padre comenzamos a entender que Él es Padre de muchos otros y esos otros son nuestros hermanos unidos por el ADN espiritual del cielo. El diseño de Dios es que vivamos en comunión entre nosotros como hermanos de una misma familia, que compartamos la misma cultura del Reino y que nos sentemos en la misma mesa a tomar y beber de lo que nuestro Padre nos sirve. Les suplico, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos vivan en armonía y que no haya divisiones entre ustedes, sino que se mantengan unidos en un mismo pensar y en un mismo propósito. 1 Corintios 1:10

Reunión General 01/05

El Espíritu Santo vela por conectarnos con el Padre y guiarnos a su casa, a la intimidad con Él. Hoy seamos intencionales en contemplar la belleza de Dios y disfrutar de su presencia. Levantá un altar en tu casa hoy conectandote a las 17:30 a nuestra reunión online ... Una sola cosa le pido al Señor, y es lo único que persigo: habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor y recrearme en su templo. Salmo 27:4

Un punto principal de nuestra relación de intimidad con Dios es entender que se trata de Él y no de nosotros. Muchas veces buscamos incluir a Dios en nuestra vida cuando en realidad tendríamos que llevar todo de nuestra vida a Cristo. En Él todo de nosotros es consumido, para que se manifieste Su vida. Él merece todo de nosotros. Y en nuestros momentos de intimidad, cuando tendemos a enfocarnos en nuestras necesidades y nos olvidamos de contemplarlo a Él, el Espíritu Santo bu...sca guiarnos a tener la mirada fija en Cristo. En este tiempo oímos la voz del Espíritu Santo que nos indicaba parar y oír. En un contexto donde muchas actividades vuelven a parar, entendemos que tenemos que ser intencionales en contemplarlo a Él, frenar las voces, los ruidos del miedo y del activismo, para poder escuchar Su voz con claridad. Aceptamos la invitación del Espíritu en este tiempo que nos lleva en amor a lo íntimo de su habitación, y a ser transformados a medida que lo contemplamos. "Así que, todos nosotros, a quienes nos ha sido quitado el velo, podemos ver y reflejar la gloria del Señor. El Señor, quien es el Espíritu, nos hace más y más parecidos a él a medida que somos transformados a su gloriosa imagen." 2 Corintios 3:18