Colegio "Verbo Encarnado" de Rosario
Rosario, Santa Fe

Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias. A Ti se somete mi corazón por completo y se rinde totalmente al contemplarte.... Al juzgar de Ti, se equivocan la vista, el tacto, el gusto; pero basta el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios: nada es más verdadero que esta Palabra de verdad. ¡Oh, Memorial de la muerte del Señor! Pan vivo que das vida al hombre: concede a mi alma que de Ti viva y que siempre saboree tu dulzura. Jesús, a quien ahora veo oculto, te ruego, que se cumpla lo que tanto ansío: que al mirar tu rostro cara a cara, sea yo feliz viendo tu gloria. Amén. (Fragmentos Himno "Adoro Te devote".)

"Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda; la paciencia ... todo lo alcanza; quien a Dios tiene nada le falta: Sólo Dios basta. Eleva tu pensamiento, al cielo sube, por nada te acongojes, nada te turbe. A Jesucristo sigue con pecho grande, y, venga lo que venga, nada te espante. ¿Ves la gloria del mundo? Es gloria vana; nada tiene de estable, todo se pasa. Aspira a lo celeste, que siempre dura; fiel y rico en promesas, Dios no se muda. Ámala cual merece bondad inmensa; pero no hay amor fino sin la paciencia. Confianza y fe viva mantenga el alma, que quien cree y espera todo lo alcanza. Del infierno acosado aunque se viere, burlará sus furores quien a Dios tiene. Vénganle desamparos, cruces, desgracias; siendo Dios tu tesoro nada te falta. Id, pues, bienes del mundo; id dichas vanas; aunque todo lo pierda, sólo Dios basta." (Santa Teresa de Jesús)

¿Por qué los cristianos celebramos hoy el miércoles de ceniza? "Reconoce que de polvo eres y al polvo volverás" "Conviértete y cree en el Evangelio"... Esas palabras resuenan en nuestros oídos en la celebración del miércoles de cenizas. Este día comienza la Cuaresma, período de 40 días en el cual la Iglesia acompaña a Jesús en el desierto, en su Pasión y llega con Él a la Noche Santa de la Pascua de Resurrección, la Solemnidad cristiana más importante. Tiempo fuerte, tiempo de transformación interior. Cuaresma es meternos en el desierto de nuestro ser para ver qué está de acuerdo con el plan de Dios y qué no, o sea, qué cosas nos construyen realmente como seres humanos y qué no. Cuaresma es desprendimiento, es reconciliación, es sacrificio. Desprendernos de los bienes materiales, para recordar que nuestra vida es pasajera y lo material que poseamos no es nuestro fin en la vida ni es lo más importante. Sacrificio es la privación voluntaria de algo que bien nos corresponde pero preferimos evitar para beneficiar a alguien más, por ejemplo: Nos privamos de algo provechoso para que pueda disfrutarlo otro, nos privamos de tomar un colectivo y caminar un poco más y ofrecemos ese esfuerzo como oración. Todo sacrificio se une al único Sacrificio, el mismo Jesucristo en la Cruz. Cuaresma es Cruz, es Pasión, es también Muerte. Pero la Cuaresma empieza y termina orientada a la Resurrección. Los cristianos amamos la cruz, no porque busquemos el dolor, sino porque aceptando el dolor lo orientamos a la vida y amamos la vida. Sólo la Resurrección da sentido a la Muerte pero, a la vez, no hay Resurrección sin Muerte. No hay Domingo de Pascua sin Viernes Santo. Las cenizas nos recuerdan nuestra finitud y representan la penitencia, como era la costumbre judía y por ella cristiana, en los comienzos de la Iglesia naciente.

¿Por qué confesión? ¿Por qué frente a un sacerdote? ¿Por qué sacramentos? Un Sacramento es un signo SENSIBLE de la Gracia divina, instituido por Cristo y administrado por la Iglesia, con un doble fin: La Gloria de Dios y la Salvación del género humano. Un Sacramento realiza lo que dice en sí mismo. Cuando el sacerdote, in persona Christii (en persona de Cristo), dice "Esto es mi cuerpo", realmente Cristo está diciendo "Esto ES mi cuerpo" y ese pan realmente se transforma en e...l Cuerpo de Cristo. De la misma manera, cuando el sacerdote dice, en nombre de Cristo, "yo te ABSUELVO de tus pecados", verdaderamente, Dios está destruyendo esos pecados, está sanando nuestro corazón. ¿Pero por qué con un sacerdote? ¿No puedo pedir perdón directamente a Dios? Claro que sí. Es más, la validez del sacramento de la reconciliación depende de que yo esté arrepentido de mis pecados, que los confiese correctamente y que tenga propósito de enmendar lo que hice. Pero Jesús, que no es ningún tonto, quiso que la Gracia divina pueda ser SENSIBLE para el Hombre, porque no somos solo un alma, no somos solo sentimientos y los sentimientos no son precisamente lo más seguro ni estable en nuestra vida. Los Seres Humanos tenemos un cuerpo que siente y que por algo Dios nos dio, no es accesorio. En la Salvación, en la Fe cristiana, Cristo dio lugar al cuerpo y Él, sabiendo muy bien que nosotros necesitamos cosas sensibles y palpables para creer y para interactuar con Dios, dispuso que los sacramentos sean signos sensibles. Por eso, cuando me confieso, escucho con mis propios oídos como Cristo, en la persona del sacerdote, me dice: "Yo te absuelvo", veo las manos del sacerdote que hacen "descender" el perdón. Lo escucho, lo veo, puedo sentirlo, sensiblemente. No es, solamente, algo que pienso interiormente o que siento lindo. Lo puedo experimentar. Y lo que es más importante: Puedo estar seguro de que Dios me está perdonando y de que Él olvida mis errores y mis faltas. Nada más grandioso. Dios quiere asegurarse de que estemos seguros de recibir su perdón y toda su predilección. Como siempre, Dios no se deja ganar en generosidad ni en diseño. De manera que no nos confesamos con un sacerdote porque Dios necesite de ese hombre para perdonar, sino que nos confesamos con un sacerdote para aprovechar el regalo inmenso de Dios de querer darnos su Gracia y asegurarnos que realmente la recibimos y, después de todo, porque así lo dispuso Él mismo en su infinita sabiduría, que nunca falla.